26 jun 2010

LOS VECINOS 4

Habitación 37

Elsa llegó se tiró en la cama decidida a descansar y a dormitar. Prendió un cigarrillo y trataba de mantener su mente en blanco cuando de pronto sintió un crujido en el panel que la separaba con la otra habitación.

El vecino llegó y me está mirando no cabe duda vino al agujero y se afirmó en el panel. Bueno quiere fiesta la tendrá:

Apagó su cigarrillo, se levantó de la cama y se acercó al espejo que estaba al lado del agujero se retiró un poquito como calculando distancias, se miró vestida al espejo se acarició el cuerpo por encima de la ropa y comenzó su desvestir, primero su blusa, después se soltó el pelo, siguió con su falda, la que bajo suavemente desde las caderas hasta el suelo, volvió a agacharse dando la espalda al agujero se enderezó y siempre medio de espaldas se soltó el sotén se acarició largamente sus senos, estos se pusieron erectos y sus pezones eran dos ampolletitas encendidas, siguió acariciandose hasta la cintura y bajó sus calzoncitos que eran pequeños, muy pequeños se agachó a recogerlos pero no los tomó, se miró su chuchita siempre de espaldas y acercó su mano suavemente a ella, comenzó a tocarla después a frotarla siempre agachadita de pronto se dio la vuelta se enderezo y comenzó a frotar fuerte y a lanzar grititos de gusto ella escuchó a su lado muy cerca un respirar agitado y se dio cuenta que su vecino también estaba haciendo lo que ella.

Se detuvo de pronto, tomó una batita liviana abrió la puerta de su habitación y se dirigió a la de su vecino, tocó la puerta y esta no se abrió, volvió a tocar y apareció un hombre apenas cubierto con una toalla.

- Vecino tiene usted un cigarrillo, me olvidé de comprar y como usted ve ya me saqué la ropa.

El hombre un poco cortado le dijo;

- Si por supuesto no quiere pasar debo ponerme algo de ropa.

Y la invito a un cigarrillo.

Elsa le dijo:

- No se moleste si usted está cómodo no se vista por mi si solo estaré un minuto mientras me enciende el cigarrillo

Pieza N°35

Raul, medio encogido para que su verga erecta no se saliera de debajo de la toalla, fue hasta el velador a buscar los cigarros, mientra caminaba hacia alla le dijo:

- Pero no se quede ahí en la puerta pase no mas…

Ella entro y se sento con seguridad en el borde de la cama, al cruzar sus piernas dejo al descubierto mas de mitad de sus blancos muslos. Cuando Raul se volvio hacia ella con los cigarros en su mano no pudo evitar un estremecimiento en todo su cuerpo al ver esas pierna y muslos al descubierto,

-Sirvase- dijo con voz entrecortada.

- Gracias – respondio ella con voz coqueta y alegre, dandose cuenta de la turbacion que le habia provocado a el.

Al encenderle el cigarrillo no pudo evitar mirar su escote, la batita liviana que ella llevaba se habia abierto lo suficiente para que desde arriba el acanzara a ver uno de sus pezones…, sintio su pichula dura y se encogio mas para que ella no notara su excitación, pero era en vano, la toalla estaba levantada justamente ahí, mostrando claramente que debajo habia algo duro…, Raul se sento rapidamente a su lado y prendio un cigarrillo para el. Mientras fumaban comenzaron a conversar sobre el clima, y sobre que hacia cada uno en esa ciudada. La conversacio era grata y era notorio que ambos la disfrutaban. A Raul se le fue pasando la excitación, ademas trataba de no mirar sus piernas ni su escote mientra conversaban.

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