19 feb 2011

PATVÉ: Historia real de la vida de una amiga travesti. XV

Capítulo XV, Guardarropa

Mi hermana estuvo enojada conmigo por muchos días, para tratar de contentarla yo no me puse ya sus cosas los días que iba con Alfonso, ni aunque parecieran unisex. Un día que llegó con el le dije que si quería pasarlo a la sala pues aunque mamá había dicho que no pasara, sería solo un rato pues el casi siempre solo llegaba estaba solo un poco de tiempo con mi hermana platicando en la puerta y se iba.

MI hermana aún molesta comentó que estaba bien, pero que le pediría primero permiso a mi mamá, solo me pidió que yo le asegurara que iba a estar todo el tiempo con ellos para que mamá la dejara.

Así fue, mamá aceptó pero me dijo que me encargaba mucho que no dejara a mi hermana sola.

Yo tenía la intención de respetar el acuerdo que tenía con mi hermana de no ponerme sus cosas los días que fuera Alfonso a la casa pero por otro lado, el recuerdo de lo que platicamos el día que me puse el pantalón verde agua y que el supiera que a veces me vestía de niña me hacía imaginar miles de cosas que me provocaban la sensación de tener mariposas en el estómago, sensación que a su vez me hacía sentir muy rico.

Pensaba que era una lástima no poder hacerlo pues todo se facilitaba para poder arreglarme pues mi hermana y yo para entonces teníamos la misma talla asi que podría escoger entre una gran variedad de ropa. Aún ahora tenemos tallas similares, yo soy unos cuantos centímetros mas alto que ella pero de talla somos prácticamente la misma.

Pasado un tiempo de la vez que Claudia se enojó conmigo, yo seguía con la tentación de ponerme ropa de ella pero para no molestarla cuando ellos llegaban yo procuraba estar arreglado con algo muy discreto, escogiendo ropa de niña pero que pudiera pasar aunque fuera con un poco de trabajo por ropa tipo unisex, aunque los pantalones siempre los usaba muy entallados porque realmente eran de mujer. Mi hermana los usaba con unos blusones para que no se le notara tanto en la cadera pero yo tenía menos pompas asi que los usaba con playeras que me llegaban a la cintura.

Alfonso me veía pero no decía nada. Mi hermana se molestaba cada vez menos, pues yo le decía que los pantalones eran de mezclilla y eran unisex. Ella decía que no me hiciera tonto, que bien sabía yo que no eran unisex y yo le comentaba que lo importante era que ante Alfonso lo parecieran.

Después, poco a poco ya en confianza con Alfonso empecé a usar las playeras no tan unisex, cada vez con mas frecuencia usaba algunas que se veían un poco mas femeninas, todas eran de las que encontraba de mi hermana, Ya no me importaban los colores ni los diseños pues el ya sabía que me gustaba usar ropa de mi hermana y aunque a ella no le gustaba que usara sus cosas, ya con Alfonso no había problema pues el sabía que me gustaba hacerlo y ella cada vez se molestaba menos.

Con los pantalones fue igual, primero solo usaba de mezclilla tipo strech, después al combinarlos con blusas mas femeninas empecé a usar pantalones color pastel también. Los días que Alfonso llevaba a mi hermana solo me ponía pantalones y blusas pues ella seguía con la insistencia que no quería que me viera vestido de niña, aunque en honor a la verdad, la ropa que usaba esos días que el iba, aunque no eran vestidos ni faldas era ropa de mujer pero que yo usaba diciendo que era unisex ya que de acuerdo a lo prometido a mi hermana solo usaba pantalones, nunca faldas o vestidos.

A veces los martes y jueves que el no iba a la casa me vestía completamente de niña, pero entonces si usaba faldas o vestidos solo por unos cuantos minutos procurando ya no estar vestido para cuando mi hermana llegaba de la escuela, que me encontraba ya con pantalones y a veces con blusas definitivamente de mujer, pero de acuerdo a nuestro convenio no me decía nada.

Ella a veces se daba cuenta de que me había puesto algunas de sus cosas y aunque teníamos un acuerdo de que lo haría solo hasta fin de año, eso fue otro problema con mi hermana pues decía que le gastaba la ropa.

- ¿Cómo te la voy a gastar si apenas si la uso?

- Si pero lo que pasa es que si la usas no me gusta ponérmela si no la lavo antes y eso la desgasta.

- Si quieres la próxima vez que mamá me vaya a comprar ropa le digo que me compre tipo unisex para que lo podamos usar los dos, comenté.

- No porque a mi no me gusta unisex ni tengo porque usar ropa tipo unisex, me gustan los colores claros y los pantalones con pinzas y ni modo que le digas a mamá que te compre de ese tipo de ropa, además a mi me gustan entallados y ¿Cómo le vas a decir a mamá que te compre pantalones entallados?, lo que voy a hacer es que voy a sacar algunas de las cosas que ya no uso para dártelas para que ya no te pongas mis cosas y mejor nada mas te pones de esas cosas que te de, pero acuérdate, es solo hasta diciembre, ¿eh?.

¡Mi propio guardarropa! Pensé

- Si, le dije de inmediato y reflexionando le pregunté

- Pero ¿donde voy a guardar las cosas?

- No seas burro, ni modo que te las lleves a tu cuarto, las vas a dejar ahí mismo donde están solo que las voy a acomodar al final del closet para que solo tomes lo que te haya apartado.

- Oye, ¿y ropa interior?

- ¿Qué no ya usas casi siempre los calzoncitos de niña?

- Si, pero me gustaría que me regalaras unos dos brasieres, solo para los martes y los jueves, me gusta mucho ver mi figura con busto

- ¿Cuál busto si ni tienes?

- Bueno, pero con el relleno se me ve como si tuviera, ¿no?

- Si, pero no me gustaría regalarte mis brasieres, creo que eso ya no sería correcto

- Solo dame uno, con eso me conformo.

- No, ni uno, no quiero que imagines que tienes bubis

- ¿Por qué no, si es solo imaginación?

- Si, pero de ahí vas a imaginar que te las acariciaran.

- ¿Cómo voy a imaginar si los brsieres los ajusto con relleno?

- ¡No seas cínico!, me dijo

- Ni modo que imagine que me acarician los rellenos, reí.

- Está bien, te voy a dejar uno en mi primer cajón, junto donde pongo mis medias. ¿Supongo que sabes cual, ¿no?

- Si

- ¿No te digo que eres un cínico?

- Eres la mejor hermana del mundo.

- No lo sé, a veces me parece que quizá no. No sé si todo esto esta bien.

- Lo está, me gusta, me gusta mucho y no le hago mal a nadie. Ya ves, Alfonso lo tomó con mucha apertura de mente

- Si, pero no me gusta.

- Entonces, ¿Cuándo vas a escoger mis cosas? Dije poniendo especial acento en la palabra “mis”

- ¿”Mis”? ¡no seas descarado!

No agregó nada mas, se dirigió a su recamara y me pidió que la siguiera

Ella se puso a revisar su ropa, separaba alguna y después se arrepentía y la volvía a colgar, yo estaba fascinado con las cosas que veía que iba apartando, no eran muchas pero iban a ser mías, seleccionó dos o tres pantalones, tres vestidos y dos faldas. ¡Wow! Una de ellas era la minifalda de mezclilla, la primera que me había puesto como niña en mi vida.

- ¿Te acuerdas de esta falda?

- Si es la que me puse la primera vez que me vestí.

- Si, te la doy por eso y porque ya no me gusta enseñar pierna, pero se que ti te gusta mucho, la falda, aclaró, asi que quédatela, pero por favor, no te quiero ver con ella puesta.

- ¿Y entonces?

- Úsala si quieres, pero no te quiero ver asi.

- Esta bien, lo que digas, agregué, ¿y será posible que me regales la blusa con la que me la puse aquella ves?

- No, esa me la quedé precisamente porque es una de mis favoritas, y ya no puedes agarrar nada mas aparte de esto que te di Asi que te las arreglas solo con las cosas que te aparté, con ellas puedes hacer combinaciones.

- Gracias hermanita.

- ¿Y el brasier? No vi si lo pusiste.

- Estas en todo ¿no?, esperaba que se te olvidara. Espérame déjame veo cuales ya no uso

Dijo “cuales”, en plural. Efectivamente, después de revisar su cajón separó tres brasieres, y por supuesto que yo no le recordé que había dicho que me iba a regalar solo uno.

- Mira, dijo, este es para ponerse con una blusa sin tirantes dijo mostrándome uno que tenía tirantes transparentes.

- Este se puede poner con esta blusa, ¿no?, le dije mientras le mostraba una de las que me había regalado

- Si es exactamente para este tipo de blusas por eso es que te lo doy si no tendrías que usar la blusa enseñando el brasier, que no dudo que te encantaría aunque nadie te va a ver..

- Creo que se vería sexi, ¿no? Me gustaría ver como se ve la blusa sin tirantes con la mini, me imagino que muy sexi.

- Si, es muy sexi y no deberías de estar tratando de verte asi, pero como quedamos, es solo de aquí a diciembre. Todo esto, añadió son cosas que yo ya he usado y se que se ven bien, pero recuerda, solo los martes y los jueves y que sea antes de que yo llegue, ah, y nada mas hasta diciembre ¿eh? no quiero que Alfonso te vaya a ver un día con falda, y menos con mini.

- ¿Por qué? No tiene nada de malo, el ya sabe que a veces las uso, ¿no?

- Si, pero no quiero que te vea asi.

- Bueno, pero tal como quedamos, los días que el no viene si puedo usar las otras cosas, ¿si?

- ¿Qué otras cosas?

- Pues las cosas que me acabas de regalar, las faldas, los vestidos y ponerme los brasieres para que se vea como un relleno.

- Ya quedamos, procura que sea antes de que yo llegue, pero solo de aquí a diciembre.

- Oye, ¿y si uno de los días que viene Alfonso me dejas que use falda?

- No, eso ya lo discutimos, si de por si me da pena con el porque usas ropa de mujer aunque sean pantalones no me gustaría que te viera las piernas un día que uses falda.

- Ándale, un día ¿si?

- No.

- Bueno, y si uno de los días que el no venga no me alcanzo a quitar lo que esté usando para la hora que tu llegues, ¿hay problema?

- Si, ya te dije que no me gusta verte vestido así.

- Pero ¿y si no alcanzo?

- Pues mide tu tiempo.

- ¿Y si no alcanzo a quitarme esta ropita para cuando tu llegues?

Creo que la harté pues para que no le siguiera diciendo me dijo que después veíamos. Que no lo fuera a hacer si ella no me decía que si podía. Lo cual era poco probable pues seguramente me vería muy ridículo con falda.

- Te prometo que me arreglaría muy bien para tener cuidado de no verme como un hombre con falda que eso si sería ridículo, si no como una chica normal.

- Ese es el problema, que no te podrás ver nunca como una chica normal pues no eres mujer.

- Precisamente, con la falda se ayuda mas la imagen femenina que con el pantalón

No comenté nada mas, yo sabía que no me veía mal con falda, al contrario, sentía que me veía muy bien, con una imagen femenina que se proyectaba de manera natural.

Insistió, que no lo fuera a hacer si no le avisaba a ella antes y dijo:

Terminamos la conversación sobre el tema, ella se salió de su recámara a seguir con sus cosas y yo me quedé ahí, como niño con juguete nuevo viendo y tocando las cosas que me había regalado. Me sentía muy bien.

Le grité a la cocina.

- Voy a probarme las cosas que me diste.

- Ya se me hacía que no ibas a poder esperarte. Nada mas no hagas tiradero ni vayas a agarrar cosas de las que no te di, ah, y no sagas de tu recamara, no te quiero ver asi.

De esa manera formé mi primer guardarropa, estaba feliz.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario