22 feb 2011

PATVÉ: Historia real de la vida de una amiga travesti. XVI

Capítulo XVI, Dualidades

Fueron unos meses de dualidad, yo seguía usando ropa interior femenina. Excepto los sábados y domingos que mamá estaba en casa pero por ejemplo, en la escuela seguí llevando las panties que me iba dando mi hermana, pero nadie lo notaba y asi iba todos los días.

Seguía viendo a Marla pero solo a la salida de la escuela, Yo estaba obsesionado en poder tocar su busto, era algo que me ocupaba la mente casi todo el tiempo. Quería verle la cara e imaginar lo que sentía, pero era imposible hacerlo.

Un día poco antes de finalizar el año al salir de la escuela nos sentamos en el escalón del edificio de siempre., hacia frío y nos tapamos los dos con una chamarra que ella llevaba, la pusimos como capa sobre nuestros pechos y nos juntamos para que nos alcanzara a cubrir a los dos. Yo la estaba abrazando y la atraía hacia mi para juntarnos mas, con la otra mano, le tomé su mano y la puse como siempre en su regazo, pasando suavemente el torso de mi mano por su pierna, oyéndola como eso le hacia entrecortar su respiración y al escucharla, también se me entrecortaba la mía.

Hacía mucho frío y aun estrechándole la mano, subí mi mano a la altura de su cintura para calentarnos un poquito con la parte que nos cubría de la chamarra. Entonces, sin pensarlo, por instinto y por deseo, le solté la mano y la empecé a acariciar en el estómago y un poco hacia arriba.

Ella se me quedó viendo sin decir nada. Yo movía la mano cada vez mas hacia arriba y oía como respiraba. Nos acurrucamos cabeza con cabeza. No se veían nuestras manos asi que subí la mano que tenía debajo de la chamarra y con el dedo doblado y de lado toqué la base de una de sus bubis. Inmediatamente supe que era una de las bubis pues el tacto era totalmente diferente. Ella respingó pero no dijo nada. Yo volví a subir la mano nuevamente y volví a tocarle con el torso del dedo la base de su bubi solo que esta vez hice un poco mas de presión en ella.

Marla se acurrucó en mi como para evitar que el movimiento de mi mano se percibiera por debajo de la chamarra. En la tercera ocasión ya no baje la mano, dejé mi dedo tocando la base de su bubi y lo extendí y subí la mano y le toqué todo su seno. Por primera vez le estaba tocando el seno a una niña.

Ella se acercó a mi y me besó. Yo iba a bajar la mano pero ella con su mano me detuvo para que la dejara ahí.

La estuve acariciando y besando por espacio de unos segundos. De repente ella dijo que ya era muy tarde y se levantó. Estaba apenada pues no se despidió.

Llegando a casa le marqué pero su mamá me dijo que le dolía la cabeza y que no podía contestar, seguramente tenía mucha pena. Estoy seguro que hasta antes de ese día nadie le había tocado las bubis

Esa noche pensé y pensé en ella. Por supuesto, estas ideas me llevaron a una serie de fantasías que duraron muchos meses y que fueron combustible infalible de muchas erecciones.

Al día siguiente Marla no quiso verme. Una de sus amigas me dijo que me pedía que no la esperara a la salida pues tenían tarea que hacer. Yo sabía que la situación real era que tenía pena asi que le escribí un mensaje y busque a su amiga para hacérselo llegar. Le escribí que todo estaba bien y que la quería ver. Me mandó por respuesta el mismo mensaje: estaba muy ocupada haciendo una tarea que iban a tener que entregar.

Pasaron dos o tres días. Le llamaba a su casa y no contestaba y la buscaba en la escuela y no me dejaba que me acercara a ella. Llegó el fin de semana y el sábado ella me llamó a la casa. Me dijo que quería hablar conmigo el lunes. Yo pasé un fin de semana muy intranquilo pues no sabía que era lo que ella quería y asi llegó el lunes. A la hora de la salida caminamos hacia el escalón del edificio de siempre, yo me iba a sentar pero ella solo me dijo que quería que supiera que ella no era una chica que se dejara tocar por nadie. Que lo que había pasado había sido algo que no estaba bien. Que si quería que siguiéramos debía olvidarlo.

Le dije que estaba bien. Pero que no tenía nada de malo, entonces ella accedió a sentarse y platicamos, esta vez sin la chamarra que nos cubriera y ella sin dejarme siquiera que le tomara de la mano.

Pasaron varios días y ella seguía igual. Le conté a mi hermana y ella me dijo que cada mujer es diferente pero que además, Marla era muy joven y eso hacía difícil que ella entendiera que por una parte eso era muy placentero pero por otra, que a lo mejor aun estaba muy chica para hacer esas cosas.

Le pregunté a mi hermana que era lo que podía hacer y me aconsejó que le dijera que eso es una cosa natural, que era parte de la vida y que la mayoría de las chicas reciben caricias de sus novios en las bubis como muestra del cariño que les tienen.

Le pregunté:

- Entonces ¿a ti Alfonso te ha tocado el busto?

- Se defendió diciendo, mencioné que a la mayoría de las mujeres, eso quiere decir que no a todas, asi que imagina lo que quieras, son cosas que no te voy a contar.

- Repetí una pregunta que ya le había hecho en una ocasión: ¿si yo fuera tu hermanita me contarías?

- Probablemente si, son cosas que se cuentan a veces entre hermanas, pero como no lo somos…

- Bueno, volví al tema, quizá un día lo llegue a ser y reí.

- No seas cínico, dijo ella riendo también

Marla y yo seguimos usando el escaloncito para platicar a la salida de la escuela. Se acercaba diciembre y con ello iban a llegar las vacaciones. Yo estaba obsesionado por tocarle el busto nuevamente pero temía que si lo hacía se molestaría.

Un día, estando sentados en nuestro escalón le comenté la plática que había tenido con mi hermana y Marla me preguntó si le había contado. Le dije que no, pero que era algo normal en algunas de las parejas, hay veces que lo aceptan los dos y hay veces que uno de ellos no y no pasa nada. Agregué, en nuestro caso, ese día los dos quisimos..

- No, dijo ella, tu moviste la mano y yo no supe reaccionar

- Si, moví la mano pero antes dos veces te había tocado con el torso del dedo y no pasó nada, asi que por eso lo hice. Además fue algo bello, ¿no?

- Si, pero estamos muy chicos para tener ese tipo de relación.

- Pero si no es algo diferente, es algo normal.

- De todos modos no esta bien.

Fue como un volver a empezar, nos sentamos en el escalón y platicábamos. Dos veces traté de poner la chamarra a cubrir nuestros cuerpos y dos veces me rechazó.

Pasaron dos semanas y llegó el último día de clase, antes de que saliéramos de vacaciones. Fuimos al escalón de siempre y nos sentamos. Ella tomó la chamarra y cubrió nuestros cuerpos con ella como si fuera una manta y se acurrucó en mi. Tomó mi mano entre las suyas y la puso sobre sus piernas, y entonces fue ella la que movió mi mano para que le acariciara la pierna y me dijo.

- ¿Sabes? Esto fue lo que provocó lo del otro día

- ¿Qué?, pregunté extrañado de lo que decía.

- Esto, el roce de tu mano en mi pierna, ¿no sientes bonito?

- Si, me gusta mucho, en ese momento le solté la mano y la puse de lleno sobre su pierna, le di un pequeño apretoncito y subí y baje la mano unos centímetros a manera de caricia.

- Eso fue, estaba yo distraída con tu mano y cuando la subiste y me rozaste el busto sentí tan bonito que ya no pude reaccionar.

En ese momento subí la mano de su rodilla a su muslo y ahí la dejé

- ¿Ya ves? Fue igual, por eso no pude reaccionar

- ¿Por qué?

- Porque se siente muy rico y dejas de pensar

Me acerqué y la besé y le pregunté qué estaba pensando.

Ella me dijo que en muchas cosas, que se estaba preguntando si eso que estábamos haciendo estaba bien o no.

- ¿Qué? Le pregunté

- Esto, dijo al momento que hacía un poco de presión con su manos sobre mi mano a manera de evidenciar que le estaba acariciando la pierna.

- Pero si no estamos haciendo nada y la seguía besando

- Si, si estamos haciendo

- ¿Te gusta pensar en esto? Le pregunté mientras muy poco a poco iba subiendo mi mano hacia su busto.

- Si, me contestó, en este momento me gusta no pensar en otra cosa.

Yo la seguía besando y sin mas puse mi mano sobre su busto y la empecé a acariciar.

Ella solo respiraba y me besaba. Dejó mis labios y buscó mi oreja que empezó a besar y a lamer y a meter la lengua, yo mientras la estaba besando en el cuello y acariciando de manera abierta sus senos. Estaba muy excitado, como cualquier chico cuando acaricia a su novia.

No fue mas de unos pocos minutos, esta vez no se paró abruptamente. Dejamos de besarnos poco a poco y ella metió la mano por debajo de la chamarra y tomó mi mano separándola de su busto y la puso sobre mis piernas. Acto seguido levantó la chamarra y se la puso.

- Vamos dijo.

- Espérame un minuto, es que se me durmió la pierna, le mentí. No podía decirle abiertamente que tenía una erección que no podía controlar.

Traté de no pensar en lo que había pasado y distraje mi mente para que pasara la erección. Me levanté lentamente, me acerque a ella y le di un beso de despedida.

- Felices vacaciones me dijo.

- Felices vacaciones, que Santa Clos te traiga lo que quieras.

- No me va a traer nada, comentó con picardía, ¿no ves que para eso hay que ser niños buenos? y nosotros no lo hemos sido mucho que digamos.

Me dio un beso muy rápido y nos despedimos.

Me quedé asombrado de lo que había pasado. No supe si fue por lo que platiqué con ella o si alguna amiga o alguna hermana (tenía dos) le había comentado algo, pero su cambio fue fantástico.

Me quedé con la sensación de sus senos acariciados por mi mano, pero algo muy excitante también era su respiración entrecortada pues era la manera en que yo podía percibir como le gustaba. Me hubiera encantado haber sido ella y ser yo quien recibiera esas caricias, pero no cabía duda que también, como chico que era me había gustado mucho acariciarle el busto a ella.

Era una sensación muy extraña, me gustaba haberle provocado ese placer que manifestaba con sus respiros cerca de mi oído, pero a la vez sentía un poco de envidia de no ser yo quien lo sintiera.

Llegando a casa le marque. Me dijo que me iba a extrañar durante las vacaciones especialmente por ”lo del final”.

Me volvió loco y de solo platicar el tema tuve otra vez una erección que se estuvo repitiendo con el recuerdo durante todas las vacaciones y que fue motivo de muchas eyaculaciones.

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