27 abr 2011

PATVÉ: Historia real de la vida de una amiga travesti. LI

Capítulo LI Una Pregunta

Mientras, en la casa, el ambiente se fue haciendo menos tenso, no tocábamos el tema ni de mi busto ni de las cosas que pensaba, tampoco era cosa que yo me anduviera exhibiendo aunque nada mas estuviéramos Claudia, mi mamá y yo pues trataba de ser discreto `para no despertar su inconformidad o comentarios adversos, sobre todo por parte de mi mamá a quien no quería provocarle mas disgustos, asi que me comportaba de manera normal, sin dejar que se notaran mis cositas, aunque ellas sabían que las tenía, pero procuraba no ser demasiado evidente.

Asi pasó algo de tiempo, las aguas volvían a su cause y se disminuía la tensión, pues yo estaba atento a no exhibirme ante ellas, no era difícil, solo era el usar la ropa adecuada, no para ocultar lo que ellas ya sabían que tenía si no para disimular un poco y no parecer demasiado descarado, sobre todo ante mi mamá.

Mis senos no eran grandes pero tenía miedo de que se me empezaran a colgar, no sabía si podía pasar por no usar algo que me los detuviera como un sostén o algo asi, pero era algo que no podía usar pues se notaría demasiado.

Estaba preocupado, no había problema real en ese momento pero no sabía si con el tiempo se pudieran poner flojos. Me veía al espejo, no se notaba nada, mis senos se veían fuertes y duros pero pensé que si no los detenía se pudiera llegar a dar ese efecto.

Pensé en que si me ponía brasier para detenerme el busto ayudaría a que no se viniera abajo como imaginaba que pudiera llegar a pasar pero no sabía como hacerlo para que ni Claudia ni mi mamá se dieran cuenta.

A veces en las tardes cuando llegaba y tenía tiempo me arreglaba con la ropa que tenía. Entonces me quitaba la camiseta ajustada que oprimía mis senos y me ponía uno de los brasieres que tenía todavía de los que hacía tiempo me había pasado mi hermana y me sentía muy bien. El peso del busto sostenido por el brasier me hacía sentir que estaba en su lugar, pero después cuando me lo quitaba sentía como que lo seguía necesitando.

Quería preguntarle a Claudia como hacerle pero me moría de la vergüenza de hacerlo. Pensaba en que podía usar el brasier cuando llegara a casa pero si lo usaba solo a ratos ¿sería bueno?, ¿No saldría contraproducente, si lo usaba un rato y luego me lo quitaba?

Pensé en poder usar los brasieres que tenía, no para salir de la casa, si no al regresar, antes de que llegaran Claudia y mi mamá, no sabía si ayudaría pero me los empecé a poner, no quería que ellas me vieran que los estaba usando pues no era mi intención el generar mas problemas, pero aparte de que me sentía muy bien cuando los traía puestos pensaba que era algo que de cualquier manera me ayudaría a mantener firme el busto.

Empecé a usar el brasier en la casa, me lo ponía y arriba una camiseta y con una camisa de botones de las que me quedaban un poco mas grandes no se notaba, ni Claudia ni mi mamá me decían nada pues pensaban que usaba las camisas holgadas para no exhibir el volumen que hacía mi busto cuando en realidad era para ocultar que estaba usando sostén.

Cuando estaba ya solo en mi cuarto me quitaba la camisa y me ponía una camiseta grande, que usaba como camisón, entonces si se me notaba que traía brasier, pero era cuando ya estaba solo en mi recámara para dormir.

Procuraba dormir con el brasier puesto para que el efecto de traerlo se diera también durante la noche. Al principio fue incomodo pero ya después me fui acostumbrando, además me provocaba imaginaciones y fantasías que disfrutaba mucho.

No obstante que ya tenía como dos meses de estar usando el brasier desde la tarde cuando llegaba hasta el día siguiente que me bañaba, cuidando desde luego que ellas no lo notaran, cuando no me lo ponía en las mañanas para salir de casa sentía el peso de mi propio busto con todo y que me pusiera las camisetas ajustadas que en algo ayudaban a detenerlo. Esa sensación me daba la idea de que pudiera terminar por ponerse guango. No sabía que hacer, no tenía a nadie para preguntarle, pensaba en Claudia pero me daba mucha vergüenza hacerle ese tipo de consulta.

Finalmente la duda acerca de cómo se me iría a poner si no hacía lo correcto me hizo preguntarle.

Una noche que mamá ya se había ido a dormir y ella estaba haciendo tarea en la mesa del comedor salí con la camisa de la pijama puesta para que no se fuera ver nada mas allá de lo usual, considerando que ella sabía que usaba el saco de la pijama grande para disimular el busto, no para disimular que estaba usando el brasier. le dije:

.

- Oye, te quiero hacer una pregunta

- Si, dime

- Ven a mi cuarto ¿si?

Dejó lo que estaba haciendo y me siguió a mi recámara, me dijo

- ¿Si?, ¿Qué pasa?

- Te quiero preguntar algo, me da pena pero estoy preocupado

- ¿De que? ¿Qué tienes?

- No yo no tengo nada, es el busto

- ¿Tu busto?

- Claro mensa, ni modo que el tuyo.

Este comentario me ayudo a aligerar un poco la tensión que tenía en ese momento, ella me preguntó

- ¿Qué pasa con tu busto

- No nada, pero creo que si no me lo detengo adecuadamente va a terminar por ponérseme flojo

- ¿Sientes que se te esta aguadando?

- No, pero pienso que se pueda poner suave y caído si no lo detengo.

- ¿Y como lo quieres detener? a ver, dijo haciendo seña de que me quitara el saco de la pijama.

- No, primero te digo como le estoy haciendo, deja te cuento.

- ¿Qué estas haciendo, de que?

- Para detenérmelo

- ¿Qué estas haciendo? Preguntó en un tono como de impaciencia

Yo le estaba dando muchas vueltas, pero es que estaba en la duda de si quería o no que supiera que me estaba poniendo sostén, quería hacerle la consulta, pero no quería decirle que estaba usando brasier aunque ella ya me hubiera visto previamente, pero eso había sido hacía mucho tiempo, cuando me ponía rellenos, antes de que me creciera el busto, ahora, que llenaba las copas por mi mismo lo sentía realmente íntimo pues una cosa era que usara los brasieres a manera de juego y que les tuviera que poner relleno y otra era que los estuviera usando ya de manera que yo mismo los llenaba.

- Mira, le dije respirando profundo y armándome de valor, como siento que se me pueden empezar a aguadar he estado poniéndome brasier para que no se me vayan a poner blandas.

Esperé a ver su reacción, era extraño, ella sabía de mi busto, sabía y entendía que pudiera tener pensamientos “diferentes”, y por eso me había dicho que no le gustaba hablar de eso y era precisamente por ello que sentía una pena tremenda con ella pero por otro lado estaba preocupado porque el busto se me pudiera poner flojo. Me miró a la cara y después al pecho y me preguntó

- ¿Ahorita traes brasier?

- Si, pero no te molestes, lo que pasa es que no se nota por las camisas que estoy usando, que son holgadas. No quería que ni tu ni mi mamá lo notaran.

- ¿Y cual es el problema?,

- Que no se si esta bien usarlo pero solo a veces.

- ¿Cómo que a veces? Yo he notado que casi siempre traes las camisas que antes te ponías, las que te quedan flojas, ¿es porque los estas usando?.

- Si, trato de usarlo diario, al llegar de la calle y ya no quitármelo hasta el día siguiente, ya tengo varios días que le hago asi y creo que ni tu ni mi mamá se han dado cuenta., ¿no?

- No, no me había fijado, pensaba que estabas usando las camisas de nuevo para disimular tu busto, pero entonces, ¿Cuál es el problema?

- Lo que pasa es que no lo traigo todo el día y no se si con el tiempo que me lo pongo aquí en la casa es suficiente para mantenerlas en su lugar. No me gustaría que se me aguadaran.

Ella reflexionó un momento, se me quedó mirando, tomo un poco de aire, y me dijo,

- Mira no me gusta hablar de esto, tu lo sabes pero si te las vas a quedar, y no te las detienes con algo, se te van a hacer guangas.

- ¿O sea que esta bien que use el brasier?, ¿Aunque no sea todo el día? (al hacerle esta pregunta me sentí morir de la pena).

- No quisiera que esa fuera la solución, pero creo que sería la única manera. No me gusta tener que hacerte esta recomendación pero si no va a ser peor, continuó, se que no puedes usarlo en el día ni ir asi a la escuela o al ir a trabajar pero creo que aquí dentro de la casa puedes usarlo pues si no se te van a caer todas y se te van a notar mas y ahí si ya no vas a poder hacer nada para levantarlas de nuevo., agregó, no me gusta hablar de esto, pero si no te lo digo, al rato se te van a notar mas y eso es lo que no quiero.

Me llamó la atención este comentario de mi hermana, decía que no quería que se me fueran a notar mas si se me aguadaban por lo que decía que sostuviera mi busto para que eso no pasara, yo sabía que ella no aceptaba que yo pensara como pensaba, pero parecía que con lo que le había dicho, ella tuviera miedo de que si se me ponían flojas se me fueran a notar mas.

No era que ella ya estuviera viendo las cosas de una manera mas abierta, si no que al contrario, no quería que al ponérseme flojo el busto se fuera a notar de una manera excesiva.

Su razonamiento parecía objetivo, no era que me estuviera diciendo que estaba conforme con que yo usara brasier, no, lo que trataba de darme a entender es que lo usara para que no se me fuera a notar mas el busto si este se ponía flojo y guango.

- Pues entonces voy a usarlo aunque sea dentro de la casa, pero que no sepa mi mamá.

- Esta bien, de todos modos sería peor que las traigas todas aguadas y entonces de cualquier manera te las veríamos y sería desagradable, agregó, creo que es preferible que uses el brasier solo acá adentro de la casa, pero como dices, sin ser demasiado obvio, es mejor a verte después que te cuelgan y ya no puedas hacer nada y va a ser peor inclusive con mi mamá pues se te notarían mas.

- Si todo muy bonito, le repliqué, pero imagínate que mi mamá se de cuenta de que estoy usando “eso” (lo dije de esa manera para no usar la palabra “brasier” de nuevo). Si se da cuenta que lo. traigo puesto, me mata

- No se que diría, pero de todos modos, es cuestión de que no te descares, además, aunque dijera algo, tienes que hacerlo pues si no va a ser peor. Tal vez yo le pueda explicar.

- No, no le digas por favor, ya no quiero causarle mas disgustos, mejor me cuidaré para que no se de cuenta. no quiero mortificarla mas.

- A mi mamá ya la mortificaste desde hace mucho tiempo.

- Bueno, tendré cuidado, tu, por favor no le digas nada.

- Sabes que no estoy de acuerdo en nada de esto pero pienso igual que tu respecto a que mamá ya no se envuelva en estas cosas, asi que no le mencionaré nada.

- Si, creo que de esa manera podemos no hacer sentir mal a mi mamá.

- Esta bien asi pues si no se te van a aguadar y después te van a llegar hasta el suelo.

Claudia salió de mi cuarto poniendo su dedo índice sobre sus labios como seña de guardar silencio, no tanto de no hacer ruido en ese momento si no como indicación de que tratara de mantener discreción sobre lo que habíamos platicado.

El comentario de mi hermana me preocupó, no quería que se me fuera a aguadar el busto y no sabía si el usar el brasier solo de manera parcial iba a ser suficiente.

Me preocupaba que al paso del tiempo se me llegaran a aguadar y con ello se hicieran mas evidentes a la vista de ellas pero también del resto de la gente y no quería que eso pasara.

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