22 ago 2010

ANTES DE LA TORTA

Quiero ser una enfermera y trabajar en una clínica con muchos doctores dando vueltas por ahí. Soy una mujer madura de 45 años no mal parecida, eficiente en mi trabajo. En este tiempo de calor usamos sólo el delantal y hacemos turnos largos a veces llego de mañana y recibo a los doctores del turno saliente que generalmente entregan a las 9 alcanzó a estar una a dos horas con ellos a veces compartimos un café el de la mañana y el otro día me encontré con un doctor que me miraba más insistente pero me dije debe ser casualidad.

En uno de los traqueteos de la mañana me lo volví a encontrar le dije doctor usted está de salida y no se fue, no me dijo cambie turno con un amigo. Seguí en mis labores y a media tarde a eso de las 14:30 fui a la residencia médica a buscar un certificado, entré como siempre y al darme la vuelta para salir me encontré a este médico dormitando, traté de salir despacio, peo en eso él me dijo la estoy observando no se preocupe estoy despierto, porque no se sienta y conversa un rato conmigo, doctor tenemos aún mucho que hacer como para conversr, si me dijo hay mucho que hacer pero también es necesario conversar. Me he quedado en este turno de día seguido por no volver a casa, no quiero hacerlo, no deseo hacerlo.

Me sorprendí de la energía que usaba para decirmelo, y me quedé pensativa, y para mis adentros me dije se confirma todo lo que se dice los doctores con sus turnos tienen una vida de mierda en sus matrimonios en general en sus casas.

Me senté con la mejor disposición de escucharlo y ser su terapeuta. Y me comensó a contar sus problemas, que se sumaban a una incomprensión física además, y él me decía elisa soy un hombre que me gusta el sexo pero no puedo dar en el clavo con mi pareja ella es demasiado tranquila para mí.

Le di algunos consejos que en realidad yo estaba tan en pañales como él en el tema pero sentí que debía escucharlo y decirle algo, y de pronto le hice yo la pregunta del millón y doctor por qué cree usted que debo ser la persona que lo escuche y no un amigo u otra persona más conocida suya. Y me contestó lo que pasa es que usted es una mujer madura, se le ve segura, y es atractiva y por lógica debe tener experiencia. Doctor le dije yo experiencia debo tener menos que usted, las apariencias engañan. Y el se levantó de su asiento y se aproximó al mío y me dijo no le creo, se siguió acercando y me abrazó, me besó y respondía sus caricias, el asunto comenzó a caldearse y nos acercamos a la puerta la cerramos con pestillo y seguimos en esto de besarnos y acariciarnos él me comenzó a desabotonar el uniforme y yo le comencé a sacar el blusón quedamos yo en calzon y sosten y él en sólo pantalones, seguimos en nuestras caricias, el sofá es grande cómodo hecho para dormitar en las noches de turnos largos y aburridos. Claudio que así se llama comenzó a exitarse demasiado su pantalón se levantaba en un bulto grande y lo sentía caliente afirmado en mi pelvis, acerqué mi mano a su verga y él se removió en el asiento se notó que le gustaba que lo tocara le abrí el pantalón y le saqué su pichula grande roja, brillante y caliente, se la toqué, lo masturbé un ratito y él se revolvía sobre mi, lo levanté y le saqué el pantalón que molestaba y yo me paré sobre el sofá y me saqué mi sosten y mis calzones, alcé mis manos a mis pechos y los comencé a masajear y a tocar bajé mis manos hacia mi chorita y la masturbe un poquito y Claudio me miraba como estaba quieto mirándome le dije Claudio acercate y tomé sus manos y las acerqué a mi cuerpo, me tocó y comenzó a subir y bajar sus manos por todas partes lo abracé y nos tiramos en el sofá lo besé y comence a bajar mi boca por su cuerpo le chupe sus tetillas y jadeaba de goce era riico para el y mientras el ya había tomado mis pechos los que succionaba con demasiada fruición se los quería tragar enteros era fuerte y me hacía sentir que volaba por los aires, seguí bajando mi boca y llegué a su pichula la que me comí en un par de segundos se veía rica apetitosa sabía que si me empeñaba en chupar recibiría mi premio una lechecita calientita y rica seguimos una ratito chupando yo su verga hinchada y caliente y él mis pechos que ya se reventaban de hinchados, nos separamos y seguimos besándonos Claudio me tocaba ya sin cuidado de pronto sentí su boca en mi chorita mojada y yo comencé a chupar su verga otra vez y con mi mano le acaricie entre las piernas y de pronto llegué a su hoyito el que me provocó ganista de saber que sentía si yo metía mi dedito intruso por ese hoyito, lo hice de a poquito suavecito y él comenzó a pedir más y más le gustó y al parecer mucho ya que pedía más y más que se lo metiera todo y empujara, me di cuenta que él iba a acabar y segui en esto de meter mi dedito y sacar mi dedito, él me chupaba mi clitoris y estabamos los dos muy riiicos la calentura llegaba a lo máximo y Claudio me tomó y me dijo subéte sobre mi voy a acabar y estoy desesperado es muy rico lo que me haces sube cabalgame, y entonces me subí sobre ese pichulón fuerte duro rojo y caliente, me ensarté en el y cabalgue como la mejor de las amazonas me ensartaba cada vez más y más sentía ese pichulójn caliente dentro de mí Claudio me sobaba mis pezones y yo me agaché un poquito y el los tomó y comenzó a chuparlos así fue como acabamos los dos juntos yo ensartda en su pichula y el tragandose mis pechos que ya reventaban de placer nos tiramos el uno sobre el otro y suspiramos y me dijo me cuando termina tu turno debemos encontrarnos y seguir otra vez esto es sólo el comienzo.

FIN

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