5 ago 2010

VOYERISTA

Hacia días que Raúl andaba caliente, mas que calentura de pajearse o echar una buena cachita, era una excitación que venia desde muy adentro de sus instintos. No sabia que era exactamente, solo le parecía que su vicio del voyerismo necesitaba un escape a deseos acumulados…

Iba llegando al departamento de Elsa, la noche sin luna dejaba todo sumido en una densa oscuridad. Era muy tarde y no le había avisado a Elsa que la visitaría, vería si aun tenia prendida la luz y si no se devolvería a su casa. Al acercarse a portón de los edificios vio que el guardia, un hombron medio amariconado iba saliendo con unos envases de bebida vacíos, al verlo lo reconoció y le hizo señas para que entrara, Raúl apuro el paso y entro, vuelvo en un ratito le dijo el guardia, ok le respondió Raúl.

Camino hacia el depto. de Elsa por atrás, vio luz encendida en el dormitorio y sin pensarlo se aproximo por el pequeño jardín frente a la ventana. La cortina estaba cerrada pero vio que abajo estaba corrida, quedo agarrada del mueble de la radio, pensó, vio que quedaba un triangulo abierto y solo con el visillo, a lo mejor esta ya durmiendo y con la luz prendida pensó, mejor la veo para no despertarla. Paso por encima de la reja baja del jardín y silenciosamente se acerco agachado al triangulo de luz.

Mientras se acomodaba para mirar hacia adentro escucho música, y al mirar vio con asombro una escena inesperada… Elsa estaba con un hombre encima de la cama, ambos desnudos acariciándose como si recién hubieran comenzado el juego, a Raúl se le paso rápido el asombro y pudo reconocer al hombre, era Gonzalo, un amigo de Orlando, el mariconcito que tenia Elsa de modisto, lo había conocido una vez que la acompaño a buscar un vestido. Pero eso no le incomodo, por el contrario, esta es la mía se dijo y se hinco sacando su pichula que ya comenzaba a erectarse ante la escena que sus ojos veían.

Elsa y Gonzalo seguían jugueteando desnudos, se besaban y acariciaban en sus partes mas intimas, Raúl comenzó a hacerse la paja suavemente, disfrutando cada detalle y movimiento de la pareja, en eso vio el miembro de Gonzalo, era portentoso, una larga y gruesa verga, completamente parada, le pareció como un pepino de ensalada largo, solo que de color piel y con la gran cabeza roja por el deseo, vio como Elsa tomo ese tremendo pico y comenzó a acariciarlo, con ambas manos, Gonzalo se tiro hacia atrás en la cama quedando la verga apuntando hacia el techo como un erótico monolito, Elsa engolosinada inicio una mamada intensa, le besaba la punta y después iba introduciéndolo en su boca lentamente, Gonzalo se movía empujando aun mas ese pico en la boca ansiosa de Elsa, la escena calentaba a Raúl mas y mas, su mano apretaba y masajeaba su pico, erecto, duro, sensible, por momentos debía contenerse para no acabar al tiro. Le excitaba ver a Elsa con ese pichulon, tan grueso y grande, que ella tenia que hacer esfuerzos para que entrara en su boca, la veía lamerlo por fuera, besar la cabeza hinchada, lamer las grandes bolas velludas del Gonzalo…, Elsa mientras, se masturbaba con sus dedos en su chora frenéticamente, Raúl alcanzaba a ver esos dedos empapados de jugos sexuales como entraban y salían de la vagina de la que escurrían mas y mas jugos…, Gonzalo se movía con estremecimientos de placer, había tomado con ambas manos la cabeza de Elsa y como que se la encajaba en su pichula, como si estuviera culiando en esa boca mojada y ardiente…, Raúl ya no aguantaba, era una de sus mejores pajas, su miembro estaba inflamado, la cabeza brillante…, jadeaba despacito para que no lo fueran a oír, ya no daba mas, sentía que venia el chorro se semen…, en eso vio como Elsa introducía nuevamente el pico de Gonzalo en su boca y comenzaba a succionar y a entrar y sacar rápidamente esa verga gigantesca de entre sus labios, la mano de Elsa también se movía al mismo ritmo en su sexo , y ahí Raúl no pudo aguantar y se dejo eyacular…, en esos precisos momentos Gonzalo también eyaculo gritando, -mas, mas mijita riiiica maaaaas!!, Elsa también llego a su orgasmo y su mano se apretó en su chora con ricos estertores de placer, Raúl aun se pajeaba cuando vio como se escurría el abundante semen de Gonzalo por la comisura de los labios de Elsa, la que seguía mamando esa verga inmensa…, enviciada en sentir como el pichulon iba perdiendo rigidez dentro de su boca, y a la vez succionando hasta la ultima gota de semen…

Raúl los vio recostarse agotados y se escurrió del jardín, aun con su pico chorreando semen, rápidamente se limpio con el pañuelo y se cerro el pantalón. Respiro profundo en la frescura de la noche, ya no sentía deseos, su voyerismo había sido aplacado.

FIN

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