EL MODISTO 5

Eran los vecinos del frente, se presentaron con mucha confianza, sabian que los estaban mirando y ellos tambien habian visto lo sucedido aca, asi que dijeron que venian a seguir la fiesta si nadie se oponia, Orlando miro a sus visitas y dijo riendose pues llegan justo para el baile final. Ella se llamaba Mireya, era una atractiva mujer madura de unos 50 años, rubia muy bien rellenita, él se llamaba Oscar y era un cincuenton simpatico, moreno, y maneras amables. Como vieron que los anfitriones estaban todos desnudos entre bromas se desnudaron rapidamente, Mireya tenia unos grandes senos, con grandes pezones oscuros, su sexo estaba afietado y se le veian sus labios vaginales rosados y humedos, entre ellos se asomaba la puntita de un llamativo clitoris, como una pichulita tierna. Oscar era mas bien macizo, caso lampiño, con un miembro corto pero muy grueso, para la colección penso Elsa, saboreando con su mirada ese nuevo pichulon que se le ponia a su disposicion…

Mireya tomo su cartera y extrajo un vibrador que parecia un pico natural, por el color, la forma, las venitas, y el ojito de la punta, riendo coqueta dijo, lo que es a mi me gusta mirar y gozar solita, asi que no se como lo va a hacer Elsa!

A todo esto Orlando ya estaba acriciando la gran verga de Gonzalo que comenzaba a desperta de su letargo, agrandandose a cada latido que daba, la pareja de Orlando se estaba masturbando suavemente y su pico ya estaba erecto, Oscar tambien con la mano en su pichula estaba logrando una buena ereccion, hasta la pichulita de Orlando se veia paradita, muy tierna y blanquita…, como si se hubieran puesto de acuerdo, los cuatro hombres miraron al mismo tiempo con ojos de deseo hacia donde estaba Elsa, que tenia ya su dedo jugando en su chora mojada y anhelante…

Elsa los miro y se dijo, es ahora o nunca, y…

Se fijo en que la pichula de la visita era más bien gorda y ella no había visto nunca una gorda en erección se decidió atacar por esa primero, se la tomó a Oscar y con su manito le corrió el forro hacia atrás se apareció un pichulón gordo parecia decir aqui estoy me quieres tómame y Elsa comenzó a hacer bailar el forro hacia adelante hacia atrás en forma uniforme y constante este buen Oscar comenzó a moverse y a decir mihijita que es rica si sabe pajear rico es suave y fuerte a la vez es rica siga siga mihijta, Gonzalo se había quedado con las ganas de mamar en los senos de Elsa solo había chupado poco se había preocupado más de la chorita que le era tentador por ser primera vez ahora quería explorar los pezoncitos como sería hacerla acabar sólo chupándoselos y comenzó su langueteo rico mordisqueado lamía y lamia por el entorno de los pezones toda la aureola se los trataba de comer enteros Elsa se retorcía de gustito le daba gustito en su chorita sentía que quería que alguien le metiera sus deditos para que le buscaran donde gozar más y mejor el amigo de Orlando se encargó de meterle un dedo primero y luego dos le busco y le buscó hasta que en un momento sintió que Elsa decía ahi ahi o me dejes de rozar si despacito un poquito más dame más uff!! que rico es no te muevas Oscar quiero chuparte la verga un poco más damela damela, Oscar se dejó chupar pero la puso un poquito de lado y comenzó a tocarle su hoyito se agacho y le lamío el hoyito le metió la orillita de la lenguita dentro y Elsa se retorció de gusto y decía me quieren matar de gustito no sé que es más rico si la lenguita en mi hoyito y la mamada de Gonzalo los pezoncitos los siento rico no dejes de chupar más y suave más Orlando se paró cerca a mirar y dijo me calientan me dan ganas de hacer cositas de hombre y corrió a Oscar se montó de ladito sobre Elsa y le empujo su verguita chiquita se la metió de a poquito en eso estaban y Elsa dijo todos los tres juntos ahora que me viene riiico por favor muevanse metanme hasta el fondo que rico muevanse chupenme me gusta que rico ayy oh voy a acabar ahora ya todos juntos ahora yaaaaauff¡¡¡¡¡

Mireya viendo esa escena (Elsa chupando la gordota pichula de Oscar, Gonzalo chupeteando los erectos pezones de Elsa, el amigo de Orlando masturbandola con dos dedos metidos en esa chora mojada y ardiente, y Orlando introduciendo su pichulita paradita en el hoyito de Elsa), se habia metido el vibrador completo que tenia con su vibracion maxima en su chora y se revolcaba en la alfombra con una mano en sus grandes tetas y la otra empujando el vibrador, al oir los gritos deseperados de Elsa tambien llego al orgasmo con grititos y estertores de placer.

Y los seis quedaron cuan largos eran repartidos por la cama, la alfombra, asesando, cansados y satisfechos, las cuatro pichulas mustias, empequeñecidas por el placer vivido, las chora de Elsa y mireya escurriendo sus propios jugos calientes…, ninguno se movia, solo alcanzaban a respirar…, asi se durmieron, alli mismo donde quedaron despues de los desesperados orgasmos y las multiples eyaculaciones.

FIN