Elsa debía salir a trabajar como todos los días ese se atrasó y su alternativa era el metro se apuró y salío hacia el metro cuando abria la puerta tambien salio con ella un señor de unos 50 a 55 años que ella no habia visto antes, bueno se dijo será de aqui entre 274 deptos. difícil conocer a todo el mundo, caminó rápído y el señor no se depegaba de sus talones entraron juntos al metro Elsa sacó pasaje él no pero igual hizo hora para bajar junto a ella las escaleras, lograron entrar juntos en el mismo carro en el apretuje de las mañanas quedaron tan juntos él detras de Elsa y Elsa frente al vidrio de la puerta lo miraba y ella veía que él tampoco le quitaba la mirada por el mismo vidrio de repente a Elsa se le hizo la luz este es el señor del cuarto piso, que verguenza me vio desnuda y en pleno que pensará ahora. Elsa se bajó en la última estación y él también, Elsa se dijo esto debo terminarlo ahora y se acabó cuando caminaban casi juntos ella se dio vuelta y lo enfrentó le dijo usted tuvo la culpa porque me espiaba y él con toda la calma propia de él le dijo porque me gusta y me gustó mucho más anoche quería hablarle y por eso la seguí. Después de tratar de explicar lo inexplicable quedaron de terminar de conversar en la noche cuando llegaran los dos se comunicarían por las ventanas se prenderían las luces y Raúl que así se llama bajaría a casa de Elsa...
Esa tarde Raul estuvo con la vista perdida largos ratos, su colegas de oficina le hecharon varias tallas pero él los miraba como si nada. En realidad la noche habia sido completa, él era un hombre raro, a pesar de tener un cierto atractivo para las mujeres, preferia masturbarse en solitario, gozaba hacerse la paja mirando a las vecinas de los otros departamentos, tenia un potente binocular instalado en un tripode y una mullida silla de la altura justa, y habia buscado hacia tiempo un depto. como ese, con una ubicación que le permitiera ver varias ventanas desde las distintas piezas. Llevaba unos pocos dias y su busqueda ya habia dado frutos, primero fue la señora gorda del tercer piso oriente, la habia visto pasearse con una enagua muy transparente y corta, y despues con calzones y sosten, no era de un cuerpo muy bonito, pero su tetamenta impresionante lo habian excitado lo suficiente como para correrse una buena paja. Y la noche anterior habia sido como su sueño de voyerista, la rubia madura del primer piso, la lata de pirneas largas, uf!!, habia estado como media hora atizbando en las distintas ventanas, hasta que la vio prender las luces y comenzo el show, la vio desnudarse en el dormitorio, la vio salir de la ducha con una bata que despues se saco, cuando la vio tendida en la cama completamente desnuda a la luz de la tele, penso que eso era todo y se corrio una rica paja mirando sus pechos con sus pezones bien marcados, y viendo la matita de vellos oscuros de su sexo, fue una paja larga y suave, la disfruto completa, sintiendo en su pichula su mano que mesajeaba y masajeaba… hasta que salto el chorro de moquito, llego a dar un gritito al sentir el fluido ardiente chorreando en su mano…
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