Raul sentia una extraña sensacion con su mano en el pico de Pedrito, sentia como esa pequeña pichulita latia y se endurecia, se dio cuenta que si la apretaba, la mano de Pedrito tambien respondia apretando su verga, esa reaccion era muy rica!
Elsa gozaba doblemente, sentia el pichulon en su zorrita que entraba y salia, que la llenaba y a la vez la hacia sentir una suave pero intensa penetracion, y tembien la excitaba ver dos machos tocandose sus miembros erectos, masturbandose mutuamente, la escena la calentaba mas y mas y la hacia acelerar el movimiento del amiguito!
En eso Pedrito dijo como en broma –Uy! me gustaria sentir este pico en mi hoyito…
Elsa, ya demasiado caliente le dijo –Ay Pedrito, no seas timido, pidele a Raul te lo meta entonces!
Raul se rió y le dio una mirada complice a Elsa…
Con la mirada fue suficiente, estaba autorizada la siguiente operación, Pedrito saltó de contento al oir que le podían meter el pichulón en su hoyito, entonces se puso más cerca de Raúl y le comenzó a pasear su pichulita por el cuerpo a donde Raúl rápidamente tomó a Pedro lo dio vuelta y despaciosamente comenzo a introducir su pichulón en el hoyito de Pedro el que se retorcía de gusto y hacía que a Raúl le subiera la temperatura ya que su pichulón dentro del hoyito de Pdro se hinchaba de placer y Elsa miraba con calentura a los dos hombres en acción entonces se acercó a Raul y le puso su pezones en la boca para que se los chupara fuerte muy fuerte mientras ella se metía deseperadamente el amiguito íntimo hasta el fondo lo sacaba y lo metía con ganitas ya que el calor el deseo y el saborcito que sentía de mirar era inigualable de tanto revolcarse y masturbarse y chuparse acabaron juntos y quedaron los tres tirados y cansados.
Después de recuperar un poco la calma, se sentaron a conversar los tres de este fortuito encuentro no planificado. Pedrito no cabía en él de su experiencia, Raúl guardaba silencio y observaba, Elsa reía y comentaba -en realidad fue una situación onesperada y de gran sorpresa, para no haber vivido nunca la experiencia fue inmensa y satisfactoria debemos hacer otra intentona ya que estamnos más en confianza.
Y desnuda como estaba se afirmó en el pecho de Raúl dando la espalda a este y de frente a Pedrito, se conversó de lo rico de la expereincia y también se comenzó a comentar cuales habían sido los momentos más alucinantes en medio de la conversacion Elsa estiró la mano y tomó la pichula de Raúl la comenzó a cariciar y está comenzó su estiramiento de rigor Raúl pasó sus brazos bajo los de Elsa y comenó a acariciarle los pezones, Pedrito comentó que se ven ricos haciendo eso me dan ganas de sentir ese pichulon de Elsa dentro de mi hoyito como será ??? Elsa le dijo –probemos, y comenzó a chuparlo para mojarlo a Pedrito le crecía su cosita que parecía de juguete pero igual se endurecía, Raul metía los dedos ahora en la chorita de Elsa y Elsa le chupaba sus pezoncitos ella poco a poco comenzó a bajar por el pecho de Raúl y llegó al encendido pichulón lo tomó y comenzó a chuparlo a succionar igual que si mamara y chupaba con ganas, con deseos de tragarselo entero, Raúl tomó el amigo íntimo que ya estaba preprado y comenzó a jugar en el hoyito de Pedrito este retozaba de contento pedía más y más y quería que ya lo ensartaran pero Raúl lo hacía esperar para verlo como se refregada contra él. Elsa dijo -por qué no hacemos algo distinto y tu le metes tu cosita a Raúl y él te culea con el amiguito íntimo y yo los miro y ustedes me miran como me masturbo yo? Dicho se acomodaron y Raúl metió el pichulón en el hoyito de Pedrito y este se calentó al máximo cuando lo tuvo dentro al principio chillo un poco pero después le gustó y tanto que su pichulita entró en el hoyito de Raúl sin problemas estaba tan rico los dos que Elsa se masturbaba y pedía más y más que se movieran los dos para ella acabar, se masturbaba fuerte y rápido su calor era ya de fuego cuando Raúl sintió la pichulita de Pedrito entrando en su hoyito decía -Elsa te dije que era rico como es chiquitita me gusta es super rica, Pedro muevete no dejes de moverte voy a acabar. Y Pedro gritaba por otro lado -y tú no dejes de metermelo es riiico Elsa ya no pudo más!, y acabo a chorros y los dos hombres acabaron uno dentro del otro quedaron todos tirados y demasiado cansados ni siquiera hablaron solo disfrutaban el momento vivido.
FIN
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