8 jul 2010

LOS VECINOS 10

Raul ya comenzó a calentarse de sólo pensarlo, su pichulón comenzó a crecer y a endurecer y él al sentirse incomodo en esa posición trató de moverse y corrió sus pies se sintió el ruido de las hojas de la revista y Elsa dijo perdón al parecer dejé algo en el suelo y dió la vuelta para recoger lo que ella suponía era de ella y se encuentra con la tapa de una revista que ella por la mañana ya había visto en el escaparate de la tienda de revistas pornográficas y más encima también había rodado el consolador maravilloso, la verga más rosadita y paradita que hubiese imaginado, titubeó no supo que tomar primero la revista o el consolador. Se agachó y trato de tomar las dos cosas juntas y Raúl también pretendió hacer lo mismo bueno ambos quedaron desnudos a uno se le soltó la toalla y a ella se les resbaló la batita que era muy ancha. Se encontraron mirándose los dos desnudos y de frente cual animales en celo se fueron acercando de a poco primero se besaron apasionadamente se fueron al suelo se revolcaron de ansias.

Raúl tomaba, apretaba, acariciaba el cuerpo de Elsa y ésta a su vez tomaba el miembro de Raúl para acariciarlo se fueron de caricia en caricia hasta que Elsa comenzó a mamar esa picha rica de Raúl, éste se quejaba y metia sus dedos en la chorita humeda de Elsa los dos se daban gusto se acariciaban, se besaban, entonces Elsa aferró fuertemente el consolador y se lo puso en su chorita y la friccionaba fuerte sentía unas sensaciones que la recorrian entera el deseo era como fuego en sus venas y pedía más Raúl comenzó a chupar freneticamente sus pezones era como si se los quisiera tragar, mordía, chupaba, lamía. Era un torbellino de caricias entre ellos hasta que alcanzaron a satisfacer sus deseos, Elsa sintio que Raul iba a eyacular y apreto los musculos de su vagina para aumentar el placer de ella y de él, Raul sintio justo cuando su semen iba a salir, un apreton de la vagina y su placer se multiplico y grito descontrolado

-Ay riiico, ay!, ay!, mijita rica!!!

En ese momento mordio instintivamente los pezones de Elsa…, ella tambien grito

-Ay, ay!!, muerdelos!!, mas, mas fuerte!!, uuuy!, riiico tu pico mijito!!!, entierramelo!!, damelo, damelo!! mas, mas!!..yaaaa!!!

Quedaron los dos laxos tirados sobre la alfombra. Prendieron un cigarrillo y dispuestos a descansar un momento.


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