26 sept 2010

MEMORIAS DE UNA AMIGA: NELLY 8

¿Te conté alguna vez que accedí a desabotonarme la blusita cuando viajaba en un auto... y luego desabroché el sostén (para que me agarraran con suficiente comodidad)... y que más tarde me saqué el minúsculo calzón que llevaba puesto)? ¿Y que me masturbaron muy rico mientras anochecía en la carretera? ¿y que gocé harto y lo dejé bien caliente, pero ni siquiera me comí la pichula en cuestión? (es que él no me gustaba en realidad, pero como iba caliente, necesitaba gozar un poco...)...


Domesticando

(Había una vez una secretaria a la que le ofrecieron un trabajo temporal en una empresa…) El primer día, luego de presentarme con quien iba a trabajar, me mostraron las oficinas. Era un lugar bastante grande. A media mañana, fui a buscar un café a la cocina. Al acercarme escuché que dos hombres conversaban. Uno de ellos se fue justo en ese momento. Yo entré y saludé al que estaba allí. Me gustó de inmediato. Se veía muy joven (después supe que tenía 6 años menos que yo). Mi voz era amable, pero seria. Se presentó y me hizo las preguntas típicas de cuánto tiempo iba a estar, qué hacía, etc. Se notó que yo también le gustaba. Pero abrevié la conversación y me fui. El trabajaba en una oficina en el piso inferior. Frente a mi escritorio circulaban todos (estaba en un lugar de acceso). Cada vez que él pasaba saludaba sonriente y me preguntaba algo. Creo que había dicho un par de veces que si tenía alguna duda o necesitaba consultar algún material él me podría ayudar. Fingí que lo ignoraba y que no me daba cuenta… eso por varios días. Cuando ya estaba más relajada, busqué una excusa para ir a su oficina. Quería saber si tenía unos documentos archivados. Me mostró el lugar donde trabajaba, los tipos de documentos que habían y era obvio que se alteraba. Miraba de reojo la ropa (y supongo que imaginaba cómo sería debajo de ella…). Se notaba un tipo ingenuo, pero consciente de su atractivo. Por eso yo exageraba mi seriedad. Me quedé un buen rato, sin nada importante que buscar, pero lo suficiente como para que se motivara más.

De repente me llamaba para saber si me "trataban bien"… Cuando pasaba cerca miraba como si se contuviera. Yo sabía que pensaba que yo no me fijaba en él. Todo seguía así hasta que una tarde, cerca de la hora de salida y cuando ya faltaba sólo una semana para que terminara mi trabajo, vino directamente a hablarme mientras yo estaba escribiendo. ¿Te puedo dar algo? Le pregunté qué era. Me mostró un papel con un número de teléfono. Es el número de mi casa… me gustaría que me llamaras, pero no creo que lo hagas ¿cierto? Sonreí y le dije "tal vez sí". Se puso muy contento y se fue. El día que ya no tenía que ir a la oficina, lo llamé en la tarde. Le dije que si yo pudiera salir con él… ese día… ¿estaría libre? Aceptó de inmediato, muy sorprendido por la llamada y por la invitación. Fuimos a cenar y luego le pedí que me llevara a la casa de una amiga que había salido de vacaciones (yo iba a ver la casa que estaba sola). Llegamos, nos servimos café y yo puse música. El estaba muy nervioso… yo no me perdía detalles de su comportamiento… Estábamos sentados frente a frente en el living. De repente nos quedamos en silencio.

Yo sonreí y muy "casualmente" le pregunté si le gustaría acercarse. Fue una respuesta espontánea y muy efusiva. De un salto estaba junto a mí. Se arrodilló y me dijo que desde el primer momento se imaginaba cómo sería "salir" (hmmm…) conmigo… que le encantaba cómo me vestía, cómo me movía… que se imaginaba "cosas"… que algo le decía que yo era especial… Le tomé las manos y las puse sobre mis piernas. Su exclamación fue muy divertida, repetía que no podía creer que estaba conmigo, así, solos, tan cerca… tan… y nos besamos. No se atrevía a tocarme… aunque se notaba que estaba muy excitado. Le pedí que me bajara el cierre del vestido… me besó la espalda… se cayó el vestido al suelo… y gritó ¿tú quieres estar CONMIGO? ¡Ah! Por supuesto, le dije. Simplemente esperé el mejor momento. Y este es. Miraba mi ropa interior… nunca había visto cosas así… decía… bueno, sí en las películas… ¿y por qué no vamos al dormitorio? El estaba alucinado… abría los ojos, se acercaba a besarme y fuimos a la cama. Cuando ya me quité la ropa dijo que era un tipo con suerte… que había querido comerme desde que me conoció… Yo le pregunté cómo le gustaba el sexo… qué quería, qué le gustaría hacer… él decía que todo lo que yo quisiera… que ya estar así era tan rico… dejé que me tocara entera, puse sus manos sobre las tetas, él masajeaba con hartas ganas, y de repente me monté para tocarlo y sentirlo con mi lengua… él gemía mucho, yo lo soltaba a ratos para que no acabara… "me cuesta mucho, porque no he estado con una mujer en mucho tiempo"… y se le notaba…!! Comencé a chuparle el pico… sólo la lengua… él gritaba feliz… y de repente me metí todo a la boca… entonces ya no se controlaba, se movía desesperado… y cuando ya estaba a punto, me puse a cabalgarlo con fuerza… sus gritos eran muy fuertes… a mí me daba lo mismo que oyeran en toda la cuadra… me confesó que nunca le habían chupado la pichula… que era lo mejor que le había pasado, que me movía tan caliente, que era tan rica, que le gustaba cómo se movían las tetas… que iba a acabar… y así fue, después de unos minutos… Yo estaba muy satisfecha… ese tipo me encantaba, estaba perfecto para mí… ¡¡y yo lo iba a degenerar!! Comprobé con el tiempo que no tenía experiencia con una mujer tan caliente… se había separado y su esposa tenía problemas de todo tipo… era bastante inocente y muy alocado… Salimos durante un año y nos divertimos mucho. Aprendió a hablar sucio, a masturbarse encima mío, a chuparme bien y cada vez que estaba cerca me metía la mano y me buscaba para meterse y moverse muy bien. Fue como domesticar a un animalito (y lo dejé tal como a mí me gustaba…). En el tiempo que salimos, yo estaba estudiando… una de las veces que me fue a buscar unas compañeras me dijeron que yo "parece que me las traía", que "algo debía tener que los tipos me buscaban así" (es que él era muy efusivo conmigo… y eso se notaba). Pero no había ningún secreto… simplemente me gustaba el sexo a toda hora… y él ya lo sabía… Terminé con él porque se puso muy serio, quería que viviéramos juntos (decía que estaba enamorado, etc.) Y yo le contesté que desde un principio no le había mentido. Que él me calentaba, que yo quería disfrutar el sexo… pero que no tenía ninguna intención de vivir con él, ni con ningún otro…

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