1 mar 2011

PATVÉ: Historia real de la vida de una amiga travesti. XVIII

Capítulo XVIII, Sensaciones

Al día siguiente era domingo, y como todos los domingos mamá nos invitó a desayunar al mercado, al regresar a casa mamá fue a ver a una de las vecinas que habían organizado la posada, Claudia y yo nos quedamos en la casa. Yo me metí a mi cuarto y ella, al irse mamá me fue a ver.

Claudia abrió la puerta sin tocar, entró y me pregunto sin mas ni mas:

- ¿Qué te pasa, eh?

- Nada

- No mientas, se que te pasa algo asi que dímelo. Quiero que me digas que te pasa o si traes algo conmigo

Secamente le contesté

- Ya te dije que no me pasa nada

- Si, algo te pasa, tu te traes algo y me lo vas a decir. ¿Qué te pasa?, ¿te hice algo?

- No a mi no, pero a la casa si.

- ¿A la casa?, ¿a que te refieres?

- Que le faltaste el respeto a la casa, no te hagas, anoche que subiste con Alfonso yo estaba aquí y los vi.

- ¿Nos estabas espiando?

- No, lo que pasa es que había subido por una chamarra y ya estaba a punto de bajar cuando oí que entraban, yo ya había apagado la luz de mi cuarto y por eso no supieron que estaba aquí pero los vi y como inmediatamente que entraron el te empezó a besar como si nunca mas te fuera a volver a ver yo ya no quise salir de mi cuarto y me quedé callado.

Ella se permaneció pensativa, recordando lo que había pasado entre ellos dos la noche anterior, dijo:

- ¿Qué viste?

- Todo

- ¿Qué es todo?

- ¿Qué quieres que te diga? Vi como te acarició el busto, pero lo peor es que también como tu lo acariciabas dije enojado

- ¿O sea que viste todo?

- Si, vi como te acarició los senos y también lo que tu le hiciste

- ¿Qué? Preguntó ella como explorando hasta donde había yo visto.

- No te hagas, vi como le acariciaste el pájaro.

Se quedó pensativa, asombrada y tal vez apenada porque yo había visto como se acariciaban.

- Eso no tiene nada de malo, es normal entre una pareja que se quiere.

- Si, pero cuando ya están casados. Una muchacha decente no le anda agarrando su cosa a su novio.

- Ya te dije que es normal, no se necesita estar casados para hacerse caricias. Entre los novios es normal hacerlo

- Si es normal, ¿Por qué tienes que hacerlo a escondidas?

- Porque son cosas íntimas.

- ¿Qué pasa si lo supiera mamá?

Ella quedó callada por un momento, como pensando la mejor manera de explicarme su punto de vista.

- No tiene nada de extraordinario pero mejor que no le digas. Son cosas naturales, pero son muy personales.

- ¿Y porque no quieres que le diga si dices que no tiene nada de malo?

- No, no es malo. ¿A poco piensas que mi papá y mamá no tuvieron acercamientos y caricias?, Si no, ¿entonces como crees que nacimos nosotros?

- Claro que se como se hacen los bebés pero lo hacen las personas que están casadas.

En ese momento como que ella decidió explicarme un poco mas acerca de lo que estábamos hablando.

- No, a veces los bebés los hacen personas que no están casadas pero Alfonso y yo no estábamos haciendo eso, eran solo unas caricias, eso es natural.

- ¿Me vas a decir que es natural que un hombre le agarre el busto a su novia aunque no estén comprometidos?

- Si, son cosas naturales. No son cosas que la gente ande contando, a veces lo comentas con tu mejor amiga o con una hermana, pero no se divulgan aunque a veces se hacen.

- ¿Te acuerdas que te pregunté una vez si Alfonso te había tocado el busto?

- Si y te dije que no te iba a decir, no son cosas que se cuenten a un hermano.

- ¿Por qué si dices que no tiene nada de malo?

- Porque son cosas íntimas, no se cuentan mas que entre amigas, y eso a veces o entre hermanas, como me imagino que un chico le puede contar a su hermano que tuvo una relación con su novia pero no se lo contaría a su hermana.

Pensé que si yo tuviera un hermano a lo mejor le hubiera contado que le había tocado el busto a Marla, pero recapacité que yo no tenía ningún hermano hombre. Le comenté a mi hermana

- Quien sabe, a lo mejor yo si.

- Quien sabe comentó ella, a lo mejor el día que tu tengas un acercamiento físico con Marla o con alguna novia quieras contármelo.

Ella continuó hablando, insistió en que lo que había pasado entre Alfonso y ella era natural, yo no estaba convencido, seguía pensando que ella le había dado demasiadas facilidades a el y que por eso el le había acariciado, si no, ¿entonces para que subieron? Y asi se lo dije.

- Tienes razón, a lo mejor yo provoqué un poco que todo esto pasara pero no por eso debes de pensar mal. Tanto el hombre como la mujer disfrutan mucho de esos momentos. Y añadió, ¿le has tocado los senos alguna vez a una chica?

- Si, contesté, a Marla

- ¿No sentiste fabuloso?

- Si, contesté.

- ¿Qué crees que haya sentido ella?

- .No sé, esa es una de las cosas que me pregunto, se que ella sintió muy rico pues lo hicimos una vez y como que se molestó pero después ella misma lo buscó.

- ¿Ya ves? Son cosas que son muy placenteras, tanto el hombre como la mujer disfrutan los acercamientos físicos.

- ¿O sea que reconoces que te gusta que Alfonso te acaricie?

Esta vez la pregunta fue ya sin rencor, mas bien como curiosidad

- Si, pero es normal, cualquier mujer sentiría lo mismo. A cualquier mujer le gusta provocar el deseo en un hombre, es algo que le da seguridad en ser mujer y las caricias que recibe son una manera de saberlo.

- Yo me sentí bien cuando acaricie a Marla, pero creo que ella sintió mas bonito que yo, ella respiraba de manera rápida y entrecortada cuando la estaba acariciando y yo no llegué a respirar asi.

- Bueno, es porque los senos son una parte muy sensible

- Si, yo en las manos no sentí nada especial

- Claro, sentirás algo parecido o quizá hasta mas cuando un día una chica a ti te acaricie ahí, dijo señalando mi entrepierna.

- Quien sabe, yo vi que tu y Marla disfrutaban muchísimo de cómo les acariciaban el busto.

- Si, pero los hombres también lo sienten asi, no en el busto sino en su cosita. Ya verás un día que te lo hagan sentir.

- Si, pero creo que las mujeres llevan ventaja pues las caricias que un chico le da en el busto a una chica son mas fáciles a que una chica te acaricie el pizarrín a un chico, bueno, quien sabe, tu le estabas acariciando el suyo a Alfonso.

- Si, pero no estuvo bien que me hayas visto, son cosas muy íntimas aunque no tiene nada de malo, además ya tenemos mas de dos años de novios.

- O sea que con otros dos ya te acostarías con el ¿no?, dije bromeando y reí.

Me agradaba mucho que tuviéramos ese nivel de confianza, éramos hermanos, hombre y mujer y sin embargo estábamos platicando de aspectos de nuestra sexualidad de manera abierta y en total confianza. Le pregunté

- ¿Sientes algo especial cuando le tocas a Alfonso “ahí”?

- Si, no soy de palo, pero además de la sensación física que se siente me gusta saber que soy capaz como mujer el poder provocar la pasión en un hombre y que el manifieste poniéndose asi.

- ¿Cómo?

- Duro, dijo turbándose un poco, es poder devolverle algo del placer que el me da a mi cuando me acaricia.

- ¿O sea que solo sientes bonito porque sabes que el siente bonito?

- No, siento bonito porque asi como un chico siente padre de acariciarle el busto a una chica, una mujer siente muy rico cuando puede tocarle a su novio ahí, dijo señalando mi entre pierna, pero no son cosas que se cuentan, lo comento solo porque me viste, pero no esta bien que estemos platicando de esto.

- Claro, ni modo que vayas por ahí pregonando que le agarraste el pizarrón a tu novio, reí

- ¡Alberto! Esos temas no son para andar con chistecitos

- Perdón, perdón, le dije a manera de broma y pregunté, ¿Y tu que sientes cuando el te acaricia ahí? Y le señalé su busto.

- Es una sensación que solo siendo mujer podrías apreciar y añadió ¿asi que ya queda todo aclarado, ¿si?

- Si, excepto que me gustaría saber que es lo que siente una mujer cuando le acarician el busto. Recuerdo como se puso Marla cuando la acaricie y recuerdo como se veía que tu lo disfrutabas también cuando te acarició Alfonso, ya viste que fue lo que terminaste haciéndole

- Ya te dije que lamento que hayas visto todo eso.

- Cuéntame que sentiste.

- No puedes comprenderlo creo que es una cosa que nunca vas a saber como se siente pues no eres mujer y ni aún vistiéndote como una chica podrías llegar a sentirlo.

- Quizá no, pero a lo mejor tal vez imaginarlo.

- ¿Y para que lo quieres imaginar si eres hombre?

- Pues porque te vi a ti y a Marla y vi como se ponían y sentí envidia de cómo lo disfrutaban, me gustaría sentirlo aunque fuera por un segundo.

- Pues yo creo que no podría ser, ¿Cómo imaginar algo que no sabes como es?

Volví a insistir

- ¿Y tu, si sientes algo al acariciarle a Alfonso?, o ¿te gusta mas que el te acaricie a ti?

- Ya te dije que no voy a platicar de eso contigo.

- Por eso me hubiera gustado ser tu hermanita mas que tu hermanito, asi podríamos platicar mucho de estas cosas, contarnos lo que sentimos.

- No creas, pienso que ni entre hermanas se andan contando de que es lo que se siente de agarrarle “su cosa” a un chico, quizá se cuenten las cosas que hacen o cosas que les pasen pero no creo que se anden contando los detalles y que es lo que se siente, son cosas que pasan y ya pero yo te lo estoy comentando para explicarte, por que nos viste, de otra manera no te hubiera dicho nunca.

- ¿Ni aunque hubiera sido tu hermanita?

- Quizá solo de esa manera, pero no eres mi hermanita, si no mi hermanito.

- Bueno, pues con esta conversación creo que mas bien es como si yo hubiera sido tu hermanita y me hubieras contado cosas de la vida.

- Si, pero no es lo normal, eres mi hermanito y no mi hermanita, pero te conté todo esto para que vieras las cosas de manera natural

- Si, ya lo veo diferente pero creo que lo veo como si hubiéramos sido dos hermanas que hubieran platicado un poco sus cosas mas personales. Creo que si lo hubiera visto como hermano no lo hubiera comprendido y seguiría enojado contigo, imagínate que acepte que le andes agarrando el pajarito a tu novio, pero viéndolo como si hubiera sido una plática entre hermanas me siento menos mal pues comprendería.

- Ya te dije, no tienes que sentirte mal, para una mujer es natural, es placentero y se hace de manera normal y se disfruta mucho de saber que siendo mujer eres capaz de despertar ese tipo de reacción en un hombre.

Me sorprendió lo que me dijo, no había pensado en ninguna reacción. Imagine a que se refería, le dije

- ¿A que te refieres?

- Saber que como mujer eres capaz de despertar en un hombre una sensación tal que se refleje en su estado de ánimo y se note y asi, como mujer lo puedas sentir.

Pensé en hacer la pregunta que me dejaría fuera de toda duda pero temía la respuesta, de cualquier manera me atreví a aclarar:

- ¿Te refieres a saber que eres capaz de provocarle una erección y sentirla?

- Ay hermanito, eso si no te lo voy a contestar, pero es obvio ¿no? agregó: ya no platiquemos mas de todo esto.

No me era suficiente, yo estaba teniendo varias sensaciones a la vez y empujado por una incontrolable curiosidad le pregunté en una combinación de morbo y perversión pero sin querer realmente escuchar su respuesta:

- Y ¿se lo haces muy seguido?

- Ya te dije que no voy a platicar de esto contigo.

Fue un alivio que no me contestara, pero a la vez me dejó con la duda, pero después muchas veces lo imaginaba.

- ¿Qué piensas?

- Que no me gusta saber que mi hermana le anda agarrando el pizarrín a su novio.

- Pero si no es asi.

- A veces, ¿no?

- Ya te dije que no voy a platicar de eso contigo, además ya te dije que todo eso es natural.

- Si, pero solo si lo viera como tu hermanita lo podría comprender, pues como hermano no me siento bien de imaginar que mi hermana le anda agarrando su cosa a su novio.

- Ya te dije que es natural, y ya no quiero hablar de esto.

- Si, ya entendí que es natural, pero me gustaría saber que siente una chica cuando hace eso.

Ella hizo de inmediato un gesto de preocupación por este comentario que le hice y dijo

- ¡Eyyy! Aguas ¿eh? ¿Qué te gustan los hombres?

- No, solo es que entonces, si hubiera sido mujer lo vería también natural, ¿no?, Creo que yo no le tocaría su pájaro a un hombre pero me encantaría al menos una vez saber lo que siente una mujer cuando le tocan los senos.

- Pues te digo que se siente algo muy especial, pero creo que nunca lo podrás sentir ni aunque te vistas con mis cosas pues no eres una mujer real, asi que mejor piensa que será igual el día que una chica te toque a ti.

- De cualquier manera me gustaría sentirlo, señalé.

- No esta bien que tengas esos pensamientos. Trata de acercarte mas a Marla y un día ella o alguna otra chica va a despertar a la bestia que todos los hombres llevan dentro, rió un poco y dio por terminada la conversación

Al final de esta plática yo estaba contento con la explicación que ella me había dado y nunca toqué el tema con mi mamá, sin embargo me quedé con el pensamiento de cual sería la sensación que una mujer tenía cuando tenía esa clase de acercamientos con su novio. El deseo de vivirlo iba a estar visitando mi mente mucho tiempo. Por un lado me resistía a pensar en ello, por otro me asaltaba a veces la avidez de hacerlo, con todo y esa serie de confusiones, creo que fueron buenos tiempos, empezaba el despertar de mi sexualidad.

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